Los programas diseñados a la medida apuntan a:
Satisfacer una necesidad
específica de formación.
Desarrollar habilidades
en la toma de decisiones.
Mejorar las prácticas directivas
de los participantes
Introducir nuevos conceptos de
gestión empresarial.
Elevar el nivel de
calidad profesional.
Acompañar y facilitar
procesos de cambio.